domingo, 5 de abril de 2015

INTRODUCCION

¡Hola, Buen Lector!

Somos el Equipo “La Potencia de América”, integrado por Yanelly Morales, Paulina Gómez, Octavio Rivera, Jennifer Guzmán, Dayam Gorostieta, Alondra Sánchez y Mariel Avila.

Estudiamos en la Universidad Nacional Autónoma de México a nivel medio superior, específicamente en la Escuela Nacional Preparatoria No.2  "Erasmo Castellanos Quinto" y somos del Grupo 418.

En dicho grupo, el profesor de Historia Universal III Lic. Aurelio Mendoza Garduño, nos pidió que realizáramos este blog con el fin de hacer la historia más agradable y fácil de entender.

Esperamos sea de su agrado, se les facilite un poco más la historia y cumplamos nuestro objetivo como equipo.

De ante mano, gracias.
 “La Potencia de América”

sábado, 4 de abril de 2015

UNIDAD 1

"Introducción a la ciencia de la Historia"



La historia es la ciencia mácomplicada y difícil de todas ya que su objetivo es sumamente complejo: el ser humano.

Según Paul Valery "Es el producto más peligroso elaborado por la química del intelecto.

También es un conocimiento necesario para comprender la realidad, ya que en el ejercicio de problematizar el pasado, facilita la comprensión de nuestro presente, lo que puede coadyuvar a una mejor compresión del mundo en el que vivimos.

Es una ciencia necesaria en la formación del pensamiento analítico, crítico y reflexivo de los seres humanos. Desde este punto de vista el conocimiento histórico se convierte en algo fundamental en la formación de una conciencia histórica.

Periodización:

Edades:
•Prehistoria
•Edad Antigua
•Edad Media
•Edad moderna
•Edad contemporánea

Modos de producción:
•M. Asiático de producción
•Esclavista
•Feudal
•Capitalista
•Socialista
•Comunista

Periodos de corta, mediana y larga duración.

Corrientes de interpretación histórica

-Positivismo (Francia, siglo XIX)
-Historicismo (Siglo XIX)
-Materialismo Histórico (Siglo XIX)
-Escuela de los Annales (Siglo XX)
-Mentalidades (Siglo XX)
-Micro Historia (Siglo XX)
-Historia Social Inglesa (Siglo XX)
-Historia Cultural (Siglo XX)

Ciencias auxiliares.

-Arqueología
-Economía
-Biología
-Antropología
-Química
-Matemáticas
-Arquitectura
-Sociología
-Astronomía
-Geografía
-Numismática
-Paleografía

Esperamos que esta pequeña introducción a la Historia te haya servido para entender mejor los temas que desarrollaremos a continuación.

Te sugerimos consultar la siguiente liga.

viernes, 3 de abril de 2015

UNIDAD 2

"Expansión Europea"

Las revoluciones burguesas son un concepto historiográfico originado por la escuela del materialismo histórico o marxismo que se utiliza para manifestar que el componente social dominante en un movimiento revolucionario correspondiente a la burguesía.
Aunque pueden remontarse al mismo nacimiento de la clase burguesa en las ciudades europeas medievales, el concepto suele restringirse a los ciclos revolucionarios que se sucedieron desde finales del siglo XVIII y que en su definición política se conocen como Revolución Liberal. Su principal ejemplo fue la Revolución francesa (1789), seguido en distintos momentos por los demás países europeos (revolución de 1820, revolución de 1830, revolución de 1848) o americanos (Independencia de la América Hispana, pues la Independencia de Estados Unidos es anterior, de 1776) hasta la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que acaba definitivamente con los últimos recuerdos del Antiguo Régimen; notablemente en Rusia con la Revolución de febrero de 1917, que sólo precede en pocos meses a la Revolución de Octubre, que se clasifica ya como revolución socialista y proletaria.
Según esa concepción materialista de la historia (muy matizada desde mediados del siglo XX incluso por la propia historiografía materialista), los intereses de la burguesía se manifestaron en la superestructura político-ideológica por las ideas de la Ilustración, que hablaban de libertad y derechos en oposición al absolutismo y la sociedad estamental; y de libre mercado frente a las restricciones del modo de producción feudal. La ideología burguesa no se restringe a esa clase, sino que se extiende por el cuerpo social, tanto en el conjunto de la población dominada (mucho más numerosa por incluir a todos los no privilegiados), así como a elementos individuales de los estamentos privilegiados (nobleza y clero), e incluso en algunos casos al aparato mismo del poder de la monarquía absoluta, que se veía a sí misma como despotismo ilustrado.
Símbolo de la alternativa social y política, la Toma de la Bastilla (con mayor repercusión que la anterior Declaración de Independencia de los Estados Unidos) había demostrado la posibilidad de una emancipación vista con temor por toda la aristocracia europea, al tiempo que con esperanza por los partidarios de los cambios revolucionarios que iban a acabar con los obstáculos que impedían a la burguesía el libre desarrollo de la fuerza productiva de su capital, le negaban el ascenso social y le imposibilitaban el ejercicio del poder político.
Tras el prolongado proceso histórico de la revolución burguesa, esta clase reemplazó como clase dominante a los señores feudales, fusionándose de hecho en una nueva élite social, de la que formarán parte tanto la alta nobleza como la alta burguesía. Las revoluciones burguesas incluyeron y se simultanearon con el proceso de industrialización y la transformación de la sociedad preindustrial en sociedad industrial, un cambio verdaderamente revolucionario que ha merecido el nombre de Revolución industrial. Ambas revoluciones, política y económica, son inseparables de la revolución social que es el proceso de dominación burguesa.
Revoluciones burguesas en la Edad Media.
Aunque con mucha menos difusión, también han recibido el nombre de revolución burguesa algunos movimientos sociales de la Baja Edad Media europea, en que la burguesía comienza a definirse en las nacientes ciudades como clase social dentro del estamento de los no privilegiados o Tercer Estado y en oposición con los privilegiados (nobleza y clero). Es debatido si a estos episodios, cuya profundidad y grado de éxito en la transformación social son diferentemente valorados por los historiadores, les conviene más el nombre de revuelta o de revolución. En cualquier caso, el predominio del modo de producción feudal no estuvo en discusión, ya que la parte de la economía en la que desenvolvían sus actividades los mercaderes y artesanos era claramente marginal frente al abrumador predominio de las actividades agrarias. Lo mismo puede decirse para la mayor parte de los países europeos en todo el periodo posterior, denominado Antiguo Régimen y que se prolonga por toda la Edad Moderna, a excepción de casos singulares.[

La burguesía en transición

El delicado papel social de la burguesía en la transición del feudalismo al capitalismo y su relación con la ascendente monarquía autoritaria ha sido particularmente objeto de debate histográfico dentro de la escuela materialista, sobre todo por el grupo de historiadores marxistas británicos, y la francesa escuela de Annales, desde los años cuarenta y cincuenta del siglo XX.

De hecho, la burguesía distó mucho de ser una clase revolucionaria, más allá de la función que sus actividades económicas tuvieron como disolventes del modo de producción feudal. Más bien supuso una pieza clave en el ascenso de las monarquías, de las que era el principal apoyo económico a través de los impuestos y una de las extracciones principales (junto con la baja nobleza) del reclutamiento de la burocracia. En buena parte de Europa se produjo una gran acomodación de la burguesía a las condiciones económicas, sociales y políticas del Antiguo Régimen; lo que ha llegado a denominarse traición de la burguesía (expresión que hay que entender desde un modelo histográfico que espera de ella una función histórica predeterminada).



Puedes consultar el siguiente enlace para un mejor conocimiento del tema:

http://www.slideshare.net/LaPotenciadeAmerica/unidad-2-expansin-europea

UNIDAD 3

"Movimientos Políticos y Sociales 

del siglo XIX"

La restauración y la lucha entre liberales y monárquicos.
Las revoluciones lograron difundir por Europa los principios ilustrados y la fe en el progreso y la industrialización.
Según los conservadores era necesario restaurar la paz, la moral, y el reconocimiento de que los prelados de la iglesia, los nobles y los grandes funcionarios del estado eran los únicos capaces de defender y custodiar el futuro de los pueblos y decidir lo que era bueno y lo que era malo.
Las ideas de la Restauración
Las cinco grandes potencias europeas- Gran Bretaña, Prusia, Rusia, Austria y Francia- así como todos los países europeos, se reunieron en Viena para acordar las fronteras de los nuevos territorios. Se denominó Restauración porque en ese tiempo los conservadores intentaron restaurar el antiguo régimen, devolver a las monarquías absolutas su dominio y restablecer los privilegios de la nobleza y la iglesia católica.
El líder del movimiento de la Restauración fue el mismo Metternich.
Pensaba que la conservación de las tradiciones religiosas, monárquicas y populares eran el fundamento de la paz y el orden.  Sostenía que la división jerárquica de la sociedad y autoridades era algo dado por designio divino y se debía respetar.
Metternich consideraba que el liberalismo, el individualismo, el igualitarismo y las ideas universales difundidas con la Revolución francesa eran nocivas para la salud de las naciones.
Metternich propuso que Rusia (greco-ortodoxa), Austria (católica) y Prusia (protestante) se unieran en una Santa Alianza: “Alianza entre el Trono y el Altar”, e instauraran gobiernos cristianos y patriarcales. La Santa Alianza fue la primera organización supranacional de la época contemporánea. Gran Bretaña no se unió al pacto.



Romanticismo y nacionalismo
El siglo XIX estuvo lleno de novedades y proyectos de sociedad, proliferaron las discusiones intelectuales, la creación artística y los avances científicos y tecnológicos.
El romanticismo fue una filosofía y un movimiento artístico surgido en Inglaterra y Alemania, y extendido rápidamente por toda Europa.
En Alemania procedió de las ideas revolucionarias, pero se convirtió pronto en un movimiento conservador. El resto de Europa, sobre todo en Francia, se entrelazó con los movimientos revolucionarios socialistas y formulo nuevas utopías.
Los intelectuales alemanes empezaron a participar de manera más activa en la política, Artistas, poetas y filósofos románticos.
En los siglos XVI, XVII Y XVIII, lo que hoy es Alemania estaba dividido en numerosos pequeños principados.
En 1806 Napoleón había formado la Confederación del Rin, un primer modelo de estado unificado que comprendía la Alemania meridional. Esta confederación introdujo reformas políticas constituyendo la primera experiencia liberal y democrática.
La Confederación del Rin se desintegró, se abandonaron los ideales liberales y democráticos y se formo la Confederación germánica con el fin de mantener la seguridad, la independencia e integridad de sus 39 estados. Esta nueva asociación también incluyo al Imperio austriaco.
En Alemania se empezó a cultivar la idea de la unidad nacional.
Entre 1815 y 1830, en Europa se registraron otras manifestaciones liberales y nacionalistas, casi todas promovidas por sociedades secretas.
Italia también estaba desmembrada en múltiples estados, con las campañas de Napoleón, varios de ellos se habían transformado en repúblicas, pero después del Congreso de Viena, habían retornado las antiguas dinastías.
Se empezaron a desarrollar corrientes a favor de la unidad nacional. Una sociedad secreta fundada por Giuseppe Mazzini, denominada Joven Italia.


Las revoluciones de 1830
La Santa Alianza procuró mantener el equilibrio político, pero se disolvió por diferencias surgidas entre Rusia y Austria durante las luchas con las que Serbia y Grecia se liberaron del Imperio otomano y por la fijación de las nuevas fronteras.
En 1830 y 1831 se produjeron varias revoluciones en diversos estados europeos. En Francia, Luis XVIII tomo el poder, pero murió en 1824. Lo sucedió su hermano Carlos X cuyo gobierno retorno al despotismo, ya que se apoyo en la iglesia.
En 1830, la Revolución de julio. Con ella el liberalismo y la democracia recibieron un nuevo impulso.
La Revolución de julio repercutió en cadena por toda Europa. En Bélgica y Suiza la burguesía triunfo, en Alemania tuvo éxitos parciales, en España y Portugal se instauro la monarquía  constitucional y en Inglaterra cayo el gabinete tory y se aprobó una ley electoral más democrática.
En Francia, el rey huyó y, en su lugar, la alta burguesía impuso al duque de Orleans, Luis Felipe I.
Las revoluciones burguesas de 1848
 Es conocida con el nombre de "primavera de los pueblos". 
La crisis económica desatada en Francia en 1847 como consecuencia de una serie de malas cosechas, en especial la de patatas, alimento básico para las clases populares. La crisis agraria influyó en los sectores industrial y financiero, llevando al paro a muchos obreros.
La negación de derechos y libertades a importantes sectores de la sociedad francesa: la monarquía de Luis Felipe de Orleans sólo satisfacía los intereses de la alta burguesía, en tanto que la pequeña burguesía como el proletariado quedaban política y económicamente desatendidos. 
Francia
En febrero la insurrección, protagonizada por sectores pequeño-burgueses, obreros y estudiantes forzó la abdicación de Luis Felipe y la proclamación de la IIª República bajo un régimen de acusado matiz social que implementó las siguientes medidas: sufragio universal masculino (frente al censitario), libertad de prensa, libertad de asociación y derecho al trabajo.

Revolución de 1848 en París 
El gobierno provisional contó por primera vez con miembros socialistas (Louis Blanc) que implantó la  jornada laboral de 10 horas. Además, con el fin de mitigar el paro obrero (más de 100.000 desempleados solo en el distrito de París) fueron creados los Talleres Nacionales, impulsados desde el Estado, si bien constituyeron un fracaso y fueron clausurados tras pocos meses de funcionamiento.
En junio la revolución se radicalizó y la pequeña burguesía que había estado del lado de las clases obreras se alió con la alta burguesía. La lucha contra el absolutismo se transformó en una lucha interclasista entre burgueses y obreros que se saldó con una fuerte represión (más de 1.500 ejecutados). 
Luis Napoleón Bonaparte (20 de abril de 1808 – 9 de enero de 1873). Presidente de la República desde 1848 hasta 1852. Emperador de Francia desde 1852 hasta 1870.
Tras la aprobación de la Constitución fue nombrado presidente de la República Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón, quien en 1852 se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III, dando al traste con la mayor parte de las reivindicaciones revolucionarias e inaugurando el Segundo Imperio francés.
Imperio Austríaco
Se produjo la caída y huida de Metternich y el emperador Fernando I hubo de aceptar la formación de una Asamblea Constituyente. Las reivindicaciones nacionalistas se unieron a las liberales, especialmente en Hungría y Chequia, que lograron cierta autonomía dentro del Imperio.

Alemania
La revolución en Alemania también tuvo una marcado signo nacionalista. Federico Guillermo IV de Prusia hubo de aceptar una Constitución de base censitaria.
Revolución de 1848 en Berlín.
Italia
La revuelta estuvo cargada de significado nacionalista y sirvió -pese a su fracaso- de punto de partida en el proceso de unificación.
 Palacio real de Nápoles, 11 de febrero de 1848.
Sucesos de 1848 en Nápoles 
En Nápoles se implantó una monarquía constitucional que sustituyó al absolutismo; en los Estados Pontificios la sublevación hizo huir al Papa y se constituyó una república; el reino de Lombardía-Véneto se sublevó contra los austríacos y en el reino del Piamonte se creó una monarquía constitucional que se convirtió en el motor de la unidad italiana.
 Balance de las revoluciones de1848
Aunque las revoluciones de 1848 fracasaron, su experiencia influyó poderosamente en las ideologías obreras del siglo XIX. 
Socialmente
Los distintos grupos que se unieron en los inicios de la revolución se alejaron luego al defender distintos objetivos:
Una buena parte de la pequeña burguesía, temerosa de una revolución social, abandonó su alianza con el proletariado y se unió a la gran burguesía, aunque a lo largo del siglo XIX las diferencias entre ambas fueron bien patentes y se materializaron en las luchas políticas entre moderados y radicales.
El proletariado comenzó a adquirir conciencia de clase y, si bien actuó desorganizadamente, se constituyó como un movimiento autónomo desgajado de los intereses burgueses.
Los campesinos, una vez conseguida su liberación del régimen señorial, se condujeron de forma muy moderada y su objetivo en el futuro sería preservar las conquistas conseguidas.
Políticamente
A  pesar de ese aparente fracaso, los hechos acontecidos en 1848 supusieron el inicio de una progresiva democratización (sufragio universal) y la incorporación a la lucha política de la clase trabajadora.
Los movimientos obreros socialista anarquista
Las primeras ideas preocupadas por el obrero se conocen como socialismo utópico, esta filosofía se desarrolla básicamente en Francia e Inglaterra, que proponen soluciones tan irrealizables que son inviables.
No ven con buenos ojos el uso de la huelga y propone cambiar el modelo de sociedad por otro más justo a partir de la educación y de experiencias concretas que sirvan como elementos propagandísticos.
En España el socialismo utópico se propaga a partir de 1840, principalmente en Cataluña y Cádiz. En Barcelona es José Anselmo Clavet el que difunde las ideas del socialista francés E. Cabet, que aparecen recogidas en el libro Viaje a la Icaria. En Cádiz se difunde el pensamiento del socialista utópico francés Charles Fourier y el del inglés Robert Owen, que propone el desarrollo de entidades obreras cooperativas. El pensamiento más influyente es el anarquismo y marxismo, se difunden en España a partir de 1868.
En 1864 se funda en Londres la asociación internacional de trabajadores (A.I.T.) que popularmente va a ser conocida como primera internacional obrera.
En ella se integran organizaciones obreras de algunos países europeos. El conocimiento de la AIT en España se deba a la llegada a nuestro país en 1868 de un militante internacionalista italiano, Giuseppe Fanelli, que era de ideales anarquistas. Este activista va a crear en Madrid y Barcelona las primeras organizaciones obreras que se integran en la AIT. En 1870 un congreso obrero celebrado en Bonn, fundara la Federación Regional Española de la A.I.T. (F.R.E. de la A.I.T.), en ella se agrupan asociaciones obreras fundamentalmente catalanas, andaluzas y del resto del país en menor medida. Por el mayor peso del ideario anarquista y de las organizaciones moderadas, la FRE se declara apolítica y sindicalista en el sentido de considerar a los sindicatos como el único instrumento al servicio de la causa obrera, también el congreso se declara a favor del recurso a la huelga y el objetivo que persigue es la sustitución del capitalismo por una sociedad colectivista mediante la revolución.
Desde su fundación y hasta su legalización cuatro años más tarde, la FRE no hará sino que incrementar el número de organizaciones y afiliados. En 1872 se superan los 12.000 afiliados y en 1879 se superan los 40.000. Las regiones en las que la federación tiene mayor implantación son Cataluña y los jornaleros andaluces.
La división también se da entre los anarquistas, ya que junto a asociaciones moderadas en sus planteamientos que no son partidarias de acciones violentas hay otras que si lo son y se le conoce como el sector Nihilista y van a estar detrás del movimiento Cantonal y que luego van a actuar de manera violenta en Barcelona y Alcoy; esto llevara a la represión por parte del gobierno del movimiento obrero a su conjunto, incluso la República tendrá que reprimir duramente a los obreros.
En 1874 el general Pavía da un golpe de Estado que acaba con la república, e ilegaliza la FRE y las asociaciones obreras con lo que a partir de este momento y hasta 1881 cuando la ley de asociaciones de Canalejas las vuelva a legalizar, tendrán que soportar la represión y la clandestinidad.
El socialismo
Este nuevo socialismo que se conoce como científico es creación de dos pensadores alemanes: Carlos Marx y Federico Engles. Por eso estas doctrinas son conocidas como marxistas.
El socialismo, inicialmente aparece integrado dentro de la FRE, en 1872 son expulsados y comienzan una vida al margen del anarquismo. En 1879, Pablo Iglesias, líder por antonomasia del socialismo, formara la Agrupación Socialista Madrileña, que él mismo preside. Es una asociación muy humilde en su inicio, con 25 miembros, de los cuales 16 son tipógrafos y 4 médicos. Años más tarde, en 1886 fundaran un periódico, el Socialista, y lograra también que surjan otras federaciones socialistas en Vizcaya y Asturias.
En 1888 aprovechando la circunstancia de la exposición internacional de Barcelona, las federaciones socialistas de toda España se reúnen y surgirán el PSOE y el sindicato UGT.
Los objetivos del PSOE es convertirse en instrumento para clases de trabajadores de participación política. El socialismo a diferencia del anarquismo, opta por aprovechar el sistema político burgués para influir en la mayoría de las condiciones de trabajo. La participación inicialmente solo permitirá conseguir algunos concejales, el primer diputado socialista fue Pablo Iglesias en 1910 para Madrid.
Anarquismo
La ideología anarquista en sus orígenes y difusión aparece unida a la expansión en nuestro país de organizaciones afiliadas a la AIT y aparece ligada también a la labor de Giuseppe Agnelli, este anarquista italiano difunde las ideas de Bakunin que propone un modelo de sociedad colectivista, sin deferencias de riqueza, absolutamente libre, donde las libertad del individuo debe ser absoluta y son contrarios a toda estructura de poder; para ellos la organización de la sociedad se realiza a partir de la comuna Estructuras organistas de mayor rango aparecen a partir de la federación de las comunas.
En 1872 los anarquistas expulsaran a los socialistas de la federación regional española, que se había fundado en 1870. En 1874 esta organización obrera es ilegalizada y será perseguida y tendrá que actuar en la clandestinidad. En 1881 Subasta a prueba la ley de asociaciones políticas y sindicales, con la que los anarquistas podrán crear ya actuar desde la legalidad, por eso ese mismo año, en Barcelona se funda una nueva organización anarquista llamada Federación de Trabajadores de la Región Española (F.T.R.E.). Esta organización estará desconectada de la Primera internacional, porque la ley lo prohibía expresamente.
La FTRE mantendrá su ideario apolítico aunque dejara abierto la lucha sindical y el uso de la huelga como instrumento. Entre 1881 y 1890 el número de afiliados se incrementa considerablemente, pasando a cerca de 60.000 afiliados en 1890, cuando los obreros de todo el mundo van a celebrar la conmemoración del primer Uno de Mayo que es tomado como fiesta obrera, con una petición común: el horario de trabajo de ocho horas.
Los movimientos nacionalistas y los procesos de unificación
En los procesos de unificación de Alemania e Italia, llevados a cabo en la segunda mitad del siglo XIX, existen una serie de semejanzas. Si bien es cierto que en los estados alemanes el nacionalismo ha estado presente de diversas formas desde la creación del I Reich, en Italia este concepto era puramente geográfico y hasta el siglo XIX no existió ningún proyecto unificador destacable.
La expansión económica en ambos casos y la unión comercial como preludio de la unificación política, en el caso alemán.
Tras el Congreso de Viena, Italia quedó dividida en siete Estados independientes: el reino de Piamonte, bajo la casa de Saboya; el reino Lombardo-Véneto, bajo el dominio directo de Austria; los Ducados de Parma, Módena y Toscana, regidos por príncipes austriacos; los Estados Pontificios, bajo el dominio del Papa; el reino de las Dos Sicilias, donde se repuso el trono de los Borbones. Esto suponía una dificultad mayor para los patriotas italianos, que deseaban la unificación italiana.
El 25 de abril de 1859, estalla la guerra y el ejercito franco -piamontés, en poco tiempo, vence a los austriacos en Magenta y Solferino, lo que provoca la retirada austriaca de Lombardía. En los primeros días de julio, Napoleón III sorprenderá firmando la paz con Austria, ya que temía que los prusianos atacasen Francia. En este momento, Cavour dimite y Garibaldi aprovecha para extender la insurrección por toda Italia, llegando incluso a ocupar el reino de las Dos Sicilias, al frente de un cuerpo de revolucionarios. A los pocos meses, vuelve Cavour al gobierno, el cual incitó a que, por medio de plebiscitos los ducados de Parma, Módena y Toscana pidieran su incorporación al Piamonte. Tras negociar con Garibaldi, también Sicilia y Nápoles piden su anexión al reino piamontés. El 14 de marzo de 1861, el Parlamento italiano proclamó en Turín rey de Italia a Víctor Manuel II. Unos meses después Cavourmoriría repentinamente, dejando sin resolver la incorporación del Véneto, que seguía en manos austriacas, y el problema de los Estados Pontificios. Sin embargo, ambas cuestiones se resolverían a remolque del proceso de unificación alemana. La cuestión del Véneto se resolverá en 1866, por la paz de Viena, en la cual Italia recuperaba el Véneto. El problema de los Estados Pontificios fue más complicado, Francia no estaba dispuesta a consentir que se incorporasen al recién creado reino de Italia, y estableció una importante guarnición en Roma para proteger al Papa. Sin embargo, cuando estalla la guerra franco prusiana en 1870 y se produce la derrota francesa en Sedán, los italianos ocupan Roma. En 1871 Víctor Manuel II entra en Roma como rey de Italia y establece allí la capital del nuevo reino. El proceso de unificación italiano había concluido.
Otto Von Bismarck, Canciller de Prusia desde 1862, será el artífice de la unidad alemana. Abordará el proceso unificador con una política realista, bajo el único criterio de la razón de Estado. El único modo de que Prusia llevase a cabo la primera parte del plan de unificación, era mediante una derrota militar de Austria.
La Guerra de los Ducados: Los ducados alemanes de Schlesving, Holstein y Lauemburg, administrados por Dinamarca desde 1852, se negaron a reconocer al nuevo rey que pretendía integrarlos en el reino danés. Prusia y Austria decidieron, en una reunión extraordinaria de la Confederación Germánica, invadir militarmente estos territorios y declarar la guerra a Dinamarca. Tras la derrota del ejército danés en agosto de 1864, Austria y Prusia se hacen cargo conjuntamente de los ducados, pero un año más tarde, por el tratado de Gastein, Holstein quedaba bajo la tutela de Austria y Schlewing y Kiel bajo la de Prusia, aunque todos los ducados quedaban integrados en el Zollverein. 
 La Guerra Austro- Prusiana: El reparto de los ducados entre Prusia y Austria constituyó un nuevo problema ya que fueron frecuentes las disputas entre ambos sobre la forma de administrar los ducados.
En abril de 1866 se expuso abiertamente el conflicto, cuando Prusia sugirió a la Dieta imperial la creación de un parlamento alemán elegido por sufragio universal masculino, sabiendo que Austria no podía aceptar esta propuesta. Este mismo mes Prusia firmaba con el mismo Reino de Italia un tratado ofensivo- defensivo y Bismarck se aseguraba la neutralidad de Napoleón III en caso de guerra.
El siguiente paso en el proceso unificador lo dio Bismarck en 1867 al firmar conjuntamente una alianza militar ofensiva- defensiva y unos acuerdos comerciales con los estados alemanes del sur, que incluía la creación de un Parlamento Aduanero elegido por sufragio universal masculino. Bismarck forzó la negociación conjunta de ambos tratados con la intención de preparar el terreno para la futura integración de estos tratados en el nuevo Reich.
La Guerra Franco- Prusiana: La tercera etapa en el proceso unificador tuvo como causa inicial el enfrentamiento entre Napoleón III y Bismarck respecto a la candidatura propuesta en febrero de 1870 por el jefe de gobierno provisional español. Este proyecto, bien visto por Bismarck, fue rechazado por Napoleón III, el cual exigió  a Prusia la inmediata retirada de su apoyo a esta candidatura. Ni Guillermo I ni Bismarck estaban dispuestos a aceptar y es por esto por lo que estalla la guerra entre Francia y Prusia.

La victoria prusiana de Sedán, la destrucción del ejército francés en Metz y la capitulación de París (28- 1-1871), después de cuatro meses de asedio, terminaron con el Imperio de Napoleón III y potenciaron el nacimiento del Imperio Alemán, al que se incorporan los territorios franceses de Alsacia y Lorena. La población de estos territorios, de origen y de lengua alemana, deseaba seguir perteneciendo a Francia y su incorporación al II Reich contra su voluntad tendría consecuencias negativas en un futuro.

Para saber más sobre el tema, te recomendamos visitar la siguiente liga.
http://www.slideshare.net/LaPotenciadeAmerica/unidad-3-movimientos-politicos-y-sociales-del-siglo-xix

miércoles, 1 de abril de 2015

UNIDAD 4

"El Imperialismo"


El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro u otros, mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.

Antecedentes

En el último tercio del siglo XIX, las potencias europeas y algunas no europeas (USA y Japón) desarrollaron una política de expansión colonial acelerada. 

Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios. Los constantes conflictos desembocaron en la Primera Guerra Mundial.



Causas demográficas

Entre 1850 y 1900 la población europea pasó de 300 a 450 millones de personas.

Las terribles condiciones de vida de la clase trabajadora en los países industrializados animó a muchos a buscar mejores condiciones de vida en los territorios que iban ocupándose.


Crecimiento de la población europea
Año
Habitantes
Crecimiento  (%)
1850
266’000,000
  • 26,2
1870
310’000,000
  • 25,6
1900
400’000,000
  • 26












Causas demográficas

Este incremento demográfico, continuó en ascenso hasta 1914 y también afectó a potencias asiáticas como Japón. 

Parte de esa población fue absorbida por los territorios coloniales, a través de una persistente inmigración que en ocasiones llegó a alterar de manera sustancial la composición étnica de extensas áreas. 

Causas económicas 

Búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli.

Causas económicas

Fundamentalmente, fue la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería como el Canal de Suez, el Canal de Panamá, etc.

 
Vista de Calcuta

Causas económicas

Exploración y conquista de zonas para conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas.

A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas.

Control de espacios para establecer mercados que asegurasen el régimen de monopolio y la colocación de los productos industriales.



Utilización de mano de obra no calificada,  barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costos de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura intensiva.

Tren en la India

Causas políticas

En el último tercio del siglo XIX, el nacionalismo, que en sus inicios había estado ligado al liberalismo y al romanticismo, se transformó en un movimiento conservador y significado componente del imperialismo.

Los estados adoptaron una política de prestigio;  en un intento de atraer a las masas populares desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades: Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, apoyada por la prensa y otros medios. Propugnaron, desde una postura chovinista, la formación y consolidación de extensos dominios coloniales.

Las potencias ambicionaban alcanzar la hegemonía colonial mediante el control comercial y militar de las rutas marítimas y terrestres, al tiempo que obstaculizaban la expansión de sus rivales. 


Causas científicas y técnicas

A lo largo del siglo XIX, se fue completando el proceso de exploración del planeta iniciado en el siglo XV. Muestra de ello fue el fomento de estudios geográficos, geofísicos y geológicos.

Las sociedades geográficas alcanzaron gran importancia y contribuyeron a propagar esa afición mediante conferencias y congresos. Se organizaron expediciones de carácter antropológico y biológico que sirvieron para crear nuevas rutas de índole militar o económica.




Imperios coloniales













Imperio Británico

Comenzó a formarse en el siglo XVIII y alcanzó la madurez durante el reinado de Victoria. Impulsado por la acción de sus ministros Disraeli y Chamberlain

Había controlado territorios costeros o islas con claras aspiraciones comerciales o estratégicas. Algunos pertenecían a Francia, Holanda o España. La derrota de Napoleón reforzó su posición dominante
.
En Asia:

La India fue el dominio más importante. Era administrada desde 1777, por la Compañía de las Indias Orientales. Se convirtió en la principal suministradora de materias primas. Constituida en el eje del imperio, la construcción del canal del Suez agilizó las relaciones con la metrópoli.

Otras áreas fueron Málaca y Singapur; ésta se convirtió en un punto estratégico en las rutas marítimas.

En el Mediterráneo:

Controló una serie de colonias que permitían el camino hacia la India una vez abierto el Canal de Suez

Desde Gibraltar se sucedieron Malta y Suez.

Pronto intervino en Egipto que, aunque conservó nominalmente su independencia, en realidad fue controlado por franceses y británicos.

En África:

Avanzó desde el sur intentando enlazar con el Sudán. Esta expansión se completó con la incorporación de Nigeria, parte de Somalia, Kenia y Uganda. En el control del valle del Nilo chocó contra la otra gran potencia imperialista de África: Francia.

En Oceanía:

Nueva Zelanda fue convertida en colonia británica en 1841 quedando su población indígena, los maoríes, bajo la soberanía de la metrópoli.

Australia fue utilizada durante gran parte del siglo XIX como prisión donde eran destinados determinados convictos

En América:

Canadá redondeó este imperio universal. Fue convertida en dominio en 1867, siéndole otorgado un amplio grado de autonomía. Honduras, Jamaica o Guayana constituyeron asimismo posesiones británicas.




Caricatura del Imperio británico


Imperio Francés

Surgió en el siglo XIX, fue el segundo gran imperio en importancia y extensión. Su impulsor fue Jules Ferry.

Al inicio del siglo, las posesiones ultramarinas de Francia se centraban en las Antillas y algunas plazas de la India. Para mediados  del siglo, los territorios bajo su dominio se incrementaron y se extendían por todo el orbe.

En África:

En 1847 conquistó Argelia, centro de los dominios del noroeste del continente.

En 1881, sometió a Túnez.

En 1905 estableció un protectorado en Marruecos con la oposición de Alemania. 


En Asia:

Conquistó Indochina: Birmania, Laos, Tailandia, Vietnam (Annam y Tonkín), Camboya y Malasia, formando con ellos la “Unión Indochina”.

Intervino en China consiguiendo un trato de preferencial en el comercio a través de los denominados "Tratados desiguales".

En Oceanía:

Dominó Nueva Caledonia y otras islas del Pacífico.

En América:

Controló en el océano Pacífico Tahití y las Islas Marquesas y el archipiélago de Miquelón en Canadá. En América del sur controló la Guayana.

Otros Imperios Europeos

Rusia

No se proyectó fuera de su propio ámbito geográfico y buscó su expansión terrestre por Asia. La acción expansiva rusa en el siglo XIX se dirigió en tres direcciones:

Ø  Incorporación de las tierras al sur del Cáucaso,

Ø  Zona costera del Pacífico (Vladivostok),

Ø  Turquestán y Pamir.

En el intento de dominio de Manchuria, Rusia será derrotada por Japón en 1905.

Alemania e Italia

Ambos países, ocupados en su proceso de unidad nacional, se incorporaron tardíamente a la empresa imperialista.

Alemania logró anexionarse tras la Conferencia de Berlín algunas posesiones:

En áfrica: Togo, Camerún y Tanganica

En Oceanía: Nueva Guinea y los archipiélagos de Bismarck, Marianas y Carolinas (éstas últimas compradas a España por Guillermo II en 1899).

Italia ocupó una serie de territorios africanos: Eritrea, la costa somalí del océano Índico, pero, fue derrotada en Adua (Abisinia). Más tarde arrebató Trípoli y la Cirenáica (en la actual Libia) a Turquía.

Bélgica:

Se aseguró el dominio de la cuenca del Congo que tras el Congreso de Berlín en 1885 fue incorporado a la soberanía personal del rey Leopoldo II.

Portugal y España:

Portugal reafirmó y aseguró su presencia en Angola y Mozambique, pero su proyecto de unir ambos territorios fracasó.

España, tras una guerra con USA, perdió en 1898 sus colonias de Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas. Conservó en África Occidental: Ifni, Rio Muni y Fernando Poo.


 Imperios no europeos

Estados Unidos:

Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) iniciaron su expansión colonial con la compra de Alaska a Rusia y la guerra con España (1898), que le confirió el dominio del Caribe (Puerto Rico) y la influencia sobre Cuba. 

En Asia arrebató Filipinas a España.

Gran parte de la acción imperialista de USA se concentró en la conquista de los enormes territorios situados al Oeste de las primigenias 13 Colonias.

El proceso alcanzó su máximo apogeo entre 1860 y 1890, concluyendo con la derrota de la resistencia aborigen.

El imperialismo norteamericano se fundamentó en el control económico que ejerció sobre todo el continente americano.

Japón:

Tras la Revolución Meiji y su rápida industrialización, se anexa diversos territorios asiáticos: Formosa y Corea a costa de China. Más tarde lo hará con Manchuria.

Pese a la superioridad técnica y militar de los colonizadores, la penetración en determinados territorios no estuvo exenta de conflictos con sus habitantes.

No toda la población metropolitana estuvo de acuerdo en la acción agresiva de sus propios estados. 

Surgieron voces en contra a lo que consideraban una agresión y un despojo injustificables.

Resistencia al imperialismo

China: La Guerra del Opio (1839 - 1842)

Conflicto entre China y Gran Bretaña. Se desencadeno por la introducción en China de opio cultivado en la India y comercializado por la compañía británica de las Indias Orientales.

Esta droga constituía una importante fuente de ingresos para los británicos. Equilibraba la balanza de pagos con China al compensar el gasto de la importación de té chino que Gran Bretaña importaba. El comercio del opio fue rechazado y prohibido por el gobierno chino.
 
Batalla del Opio




India: La revuelta de los cipayos (1857-1859)

Los cipayos eran soldados indígenas que pertenecían al ejército británico de la India.

En 1857 se rebelaron contra la metrópoli, por  razones religiosas: el uso de grasa de cerdo (animal impuro para hindúes y musulmanes) en la munición de un nuevo modelo de fusil utilizado por el ejército.

Sin embargo, los motivos reales eran:

ü  Abusos cometidos por la Compañía comercial de las Indias Orientales,

ü  Desafortunados cambios administrativos

ü  Las expropiaciones de tierras en el Norte de la India.


China: La rebelión de los bóxers (1900)

Fue la expresión del descontento chino frente a las injerencias económicas y políticas de las potencias europeas, evidenciadas a través de las "guerras del opio" contra G. Bretaña (1839-1842 y 1856-1860) y contra Japón (1894-1895).

Los bóxers era una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China.

En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que, inicialmente, se dirigió contra misioneros cristianos.

África:

La conquista del continente africano provocó incidentes entre las potencias colonialistas y los pueblos nativos. Entre los conflictos más significativos, destacaron:

ü  Etiopía (Abisinia).

ü  La guerra Zúlu (1879).

ü  Guerra anglo-bóer

Guerra Zulú
 Conflictos entre potencias imperialistas

Guerra anglo-bóer

Los bóers (también llamados afrikáners) eran granjeros holandeses establecidos en la zona de el Cabo, a mediados del siglo XVII. De fe calvinista y profundamente racistas, habían despojado a los aborígenes de sus tierras.

El conflicto se inició tras el descubrimiento en 1886 de ricos yacimientos de oro y diamantes en los territorios bóers.

Soldados Bóers

El incidente de Fachoda (1898-1899)

Conflicto de intereses entre Francia y Gran Bretaña originó fricciones. En Sudán, coincidieron franceses y británicos que pretendían la construcción de un ferrocarril que uniese parte de sus respectivas colonias africanas.

Los franceses enviaron desde el Oeste un ejército al mando del comandante Marchand; mientras que los británicos hicieron lo propio con tropas incorporadas desde Egipto al mando del general Kitchener.

Consecuencias del imperialismo

Demográficas:

La población se incrementó como consecuencia de la disminución de la mortalidad, ocasionada por la introducción de la medicina moderna occidental y la persistencia de altas tasas de natalidad.

Desequilibrio entre población y recursos.

Económicas:

Se crearon puertos, ferrocarriles y carreteras encaminados a dar salida a las materias primas y agrícolas que iban destinadas a la metrópoli.

La economía tradicional fue sustituida por otra, que fue la exportación.

Amplias zonas de cultivo fueron eliminadas para ser adaptadas a las nuevas exigencias económicas, dando lugar a notables cambios del paisaje y graves alteraciones del medio natural.

Sociales:

La burguesía procedente de las metrópolis, integrada por comerciantes, funcionarios y terratenientes, acaparó los niveles altos y medios de la sociedad colonial.

Contrastando con esa minoría, la mayor parte de la población fue objeto de un generalizado proceso de proletarización, con esto se incrementó la  mano de obra destinada a la creación de infraestructuras y a la agricultura de plantación.

Políticas:

Las colonias demandaron los mismos modos democráticos que las metrópolis.

Las metrópolis les negaron la igualdad, la libertad y soberanía.

Culturales:

Se perdió la identidad de los pobladores indígenas y se implantó los patrones de conducta, la educación y la mentalidad de los colonizadores.

La lengua de los dominadores (especialmente el inglés y el francés) fue impuesta, conduciendo a un fuerte grado de aculturación.

Geopolíticas:

Los mapas políticos se vieron alterados por la creación de fronteras artificiales, forzándose la unión o segregación de grupos tribales y étnicos, lo que provocó innumerables conflictos raciales que se han mantenido vivos hasta nuestros días.

Para las metrópolis:

El imperialismo estimuló  la industrialización en aquellas áreas donde aún era débil y favoreció su consolidación allí donde ya estaba en marcha.



Puedes consultar la siguiente liga para tener mejor conocimiento del tema:

http://www.slideshare.net/LaPotenciadeAmerica/el-imperialismo-46644913